Todos
los seres humanos tenemos lunares. Podemos tener más o menos, pero es algo
habitual en nuestro cuerpo. Pero sabes exactamente ¿qué
son los lunares y por qué aparecen?.
Los
lunares son una pequeña área de la piel, normalmente circular, y
de un color diferente. Son el resultado de la concentración de unas células
pigmentadas denominadas melanocitos.
Qué es un lunar
Los lunares o nevus se producen cuando en un
punto de la piel se agrupa una elevada cantidad de células (denominadas melanocitos)
encargadas de crear el pigmento de la piel (denominada melanina).
Por tanto, los lunares son unos puntos pequeños
en la piel en la que se encuentra una elevada cantidad de melanina. La
melanina es la encargada de dar color a nuestra piel,
pero también el color de los ojos y del pelo.
Tener
lunares es algo muy común en los seres humanos, independientemente de tener la
piel más clara u oscura. Aunque claro está, son más difíciles de ver en una
piel morena.
Lo
habitual es que una persona tenga ente 10 y 40 lunares.
Normalmente, el cuerpo puede crear lunares nuevos aproximadamente hasta los 40
años. Con el paso de los años, y a medida que envejecemos, los lunares pueden
ir desapareciendo.
Cómo se forman los lunares
Su origen lo encontramos durante el embarazo, mientras el feto está en estado embrionario, se reparten por toda la piel unas células llamadas melanocitos.
Son las encargadas de producir en menor o mayor cantidad la melanina en función de factores hormonales, ambientales y hereditarios.
Normalmente,
los melanocitos
se distribuyen de forma uniforme por toda la piel del cuerpo. Pero en ciertos
puntos se pueden concentrar formando grupos de cierto tamaño.
Esto
provocará que, ya sea en el vientre materno, en la infancia o en la pubertad,
al activarse estas células, se formen
los lunares.
Los
lunares pueden presentarse en diferentes tamaños y colores
(lunares negros, lunares rojos, rosas o verdes). Pero existen dos grupos
diferenciados: los lunares
de nacimiento o los que se
van formando con el paso de los años.
Los
que van apareciendo con la edad, lo hacen principalmente en la infancia y en la
adolescencia. Los
lunares se forman como parte del crecimiento en sí, o como
resultado de ciertos factores externos como ciertos medicamentos o la exposición a la luz solar.
¿Los lunares son malos o buenos?
Los
lunares, por norma general, no
representan ningún perjuicio para la salud. Pero en ocasiones
pueden provocar confusión y esconder otras enfermedades de nuestra piel.
Si bien la gran parte de los lunares son buenos (lunar benigno), es conveniente
tenerlos en observación por si alguno es un lunar cancerígeno (lunar maligno).
Existen
una serie de síntomas
que nos pueden alertar si tenemos un lunar
malo, y que en caso de presentarse, debemos acudir
inmediatamente al médico. Las principales señales que se pueden presentar son:
- El lunar tiene un borde irregular
- Ha cambiado de color
- El lunar sangra
- Ha cambiado rápidamente de tamaño
- El lunar tiene una mitad con un tamaño diferente a la otra mitad
- Su tamaño es de más de 6 milímetros o ¼ de pulgada de diámetro
- El lunar pica o produce comezón.
Del mismo modo si alguien sufre un incremento
rápido de la cantidad de lunares en su cuerpo, debe acudir al médico
especialista para su análisis.
También se debe prestar especial atención a los
lunares que se tienen desde el nacimiento y los que se formen en la planta
de los pies y en las palmas de las manos.
El médico analizará las características del lunar y
contemplará, en caso que lo estime oportuno, su extracción. Se trata de una pequeña
cirugía preventiva y muy poco invasiva que se realiza con anestesia local.
Esta intervención quirúgica no requiere hospitalización ni efectos
secundarios. Una vez extraído, es analizado en un laboratorio y se averigua si
es un lunar benigno o un lunar maligno. Si se trata del segundo caso (lunar cancerígeno)
el médico le indicará como se debe proceder, y el tratamiento a seguir según
sea el caso.
Colores de los lunares
Un lunar puede ser de varios colores y tonalidades:
- Lunar negro
- Lunar rojo
- Lunar marrón
- Lunar rosa
- Lunar verde
Su
aspecto puede ser plano o
con una cierta elevación.
Normalmente son redondos y
también pueden ser ovalados.
Otros pueden ser lunares con pelos o
no.
Pero
el color de un lunar no es lo más importante. Lo
que realmente importa es si presenta los síntomas que hemos descrito en el
punto anterior. De este modo sabremos si debemos preocuparnos o no.
El
10% de las personas tiene en su cuerpo al menos un lunar
atípico (nevos
displásico). Estos presentan un color y un aspecto diferente a los
lunares comunes. Este tipo de lunar tiene más posibilidades de convertirse con
el tiempo en un melanoma
(cáncer o tumor formado por células que tienen mucha melanina).
Nota final
Te
recordamos que este artículo es meramente informativo. Este blog informativo no
puede realizar diagnósticos médicos ni prescribir tratamientos. Te recomendamos
encarecidamente que acudas a tu médico si crees mostrar algún síntoma o algún
malestar.
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