lunes, 22 de octubre de 2018

LA OBESIDAD INFANTIL PUEDE DERIVAR EN DIABETES

Vivimos en una sociedad que promociona en exceso el consumo de alimentos procesados, además desinformada de una correcta alimentación y nuestros niños muy sedentarios con la play o el celular sin realizar ningun deporte, complicando asi su salud y calidad de vida en el futuro.




Descripción general
La obesidad infantil es una enfermedad grave que afecta a niños y adolescentes. Los niños obesos están por encima del peso normal para su edad y estatura.
La obesidad infantil es particularmente problemática debido a que el peso adicional suele provocar que los niños comiencen a tener problemas de salud que antes se consideraban exclusivos de los adultos, como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto. Muchos niños obesos también tienen obesidad en la adultez, especialmente si uno o ambos padres son obesos. La obesidad infantil también puede generar baja autoestima y depresión.
Una de las mejores estrategias para reducir la obesidad infantil es mejorar los hábitos de alimentación y ejercicio de toda la familia. El tratamiento y la prevención de la obesidad infantil ayudan a proteger la salud de tu hijo tanto ahora como en el futuro.

Síntomas
No todos los niños que tienen algunos kilos de más padecen sobrepeso u obesidad. Algunos tienen una estructura corporal más grande que el promedio. Además, los niños suelen tener diferentes cantidades de grasa corporal en las diversas etapas del desarrollo. Por lo tanto, es posible que solo mirar a tu hijo no sea suficiente para saber si su peso es un problema de salud.
El índice de masa corporal (IMC), que ofrece pautas de peso en relación con la estatura, es la medida aceptada para el sobrepeso y la obesidad. El médico de tu hijo puede ayudarte a averiguar si el peso del niño podría ser un problema de salud mediante gráficos de crecimiento, el IMC y otras pruebas, si fueran necesarias.

Causas
Los problemas relacionados con el estilo de vida (como hacer muy poca actividad física y consumir alimentos y bebidas con muchas calorías) son los principales causantes de la obesidad infantil. Sin embargo, algunos factores genéticos y hormonales también podrían tener un papel importante. Por ejemplo, en investigaciones recientes, se ha descubierto que los cambios en las hormonas digestivas pueden afectar las señales que te hacen sentir que estás satisfecho.

Factores de riesgo
Muchos factores (generalmente combinados) aumentan el riesgo de tu hijo de tener sobrepeso:

Dieta. Comer con regularidad alimentos con muchas calorías, como comidas rápidas, productos horneados y tentempiés de máquinas expendedoras, puede hacer que tu hijo aumente de peso fácilmente. Las golosinas y los postres también pueden causar aumento de peso y cada vez hay más pruebas de que las bebidas azucaradas, como los jugos de frutas, son culpables de la obesidad de algunas personas.

Falta de ejercicio. Los niños que no hacen mucho ejercicio tienen más probabilidades de subir de peso porque no queman tantas calorías. Pasar demasiado tiempo en actividades sedentarias, como mirar televisión o jugar videojuegos, también contribuye al problema.

Factores familiares. Si tu hijo viene de una familia con sobrepeso, tiene más probabilidades de subir de peso. Esto es cierto especialmente en un entorno donde siempre hay alimentos con muchas calorías y donde no se alienta la actividad física.

Factores psicológicos. El estrés familiar, parental y personal puede aumentar el riesgo de que un niño sea obeso. Algunos niños comen de más para afrontar problemas, para canalizar sus emociones (como el estrés) o para combatir el aburrimiento. Es posible que sus padres tengan tendencias similares.

Factores socioeconómicos. En algunas comunidades, las personas tienen recursos y acceso ilimitados a los supermercados. Como resultado, suelen elegir alimentos precocinados, comidas congeladas y galletas saladas o dulces. Además, es posible que algunas personas vivan en vecindarios de bajos ingresos y peligrosos dificultando hacer ejercicios como correr o ciclismo.

Complicaciones
La obesidad infantil puede tener complicaciones para el bienestar físico, social y emocional de tu hijo.

Complicaciones físicas

Diabetes tipo 2. Esta enfermedad crónica afecta la forma en la que el organismo de tu hijo usa el azúcar (glucosa). La obesidad y un estilo de vida sedentario aumentan el riesgo de padecer diabetes tipo 2.

Síndrome metabólico. Este grupo de trastornos puede poner a tu hijo en riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes u otros problemas de salud. Los trastornos comprenden presión arterial alta, nivel alto de azúcar en sangre, niveles elevados de triglicéridos, niveles bajos de colesterol HDL («bueno») y exceso de grasa abdominal.

Nivel de colesterol alto y presión arterial alta. Una mala alimentación puede provocar que tu hijo presente estas dos afecciones o una de ellas. Estos factores pueden contribuir a la acumulación de placas en las arterias. Estas placas pueden hacer que las arterias se estrechen y endurezcan, lo que puede provocar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular más adelante en la vida.

Asma. Los niños con sobrepeso u obesos pueden presentar más probabilidades de tener asma.

Trastornos del sueño. La apnea obstructiva del sueño es un trastorno potencialmente grave en el cual la respiración del niño se detiene y se reanuda repetidas veces mientras duerme.

Esteatosis hepática no alcohólica. Este trastorno, que generalmente no causa síntomas, hace que se acumulen depósitos grasos en el hígado. La esteatosis hepática no alcohólica puede causar la formación de cicatrices y daño al hígado.

Complicaciones sociales y emocionales

Baja autoestima y ser objeto de intimidaciones. Los niños muchas veces se burlan de sus compañeros con sobrepeso o los hostigan, y como resultado estos sufren una pérdida de la autoestima y tienen un mayor riesgo de caer en una depresión.

Problemas de comportamiento y aprendizaje. Los niños con sobrepeso tienden a tener más ansiedad y menos habilidades sociales que los niños de peso normal. Estos problemas podrían dar lugar a que los niños que tienen sobrepeso se comporten mal y causen alboroto en el aula o a que se aíslen socialmente.

Depresión. La baja autoestima puede crear sensaciones abrumadoras de desesperanza que pueden provocar depresión en algunos niños que tienen sobrepeso. 

Prevención
Ya sea que tu hijo esté en riesgo de tener sobrepeso o que actualmente tenga un peso saludable, puedes tomar medidas para que todo vaya o siga yendo por el buen camino:

  • Limita las bebidas endulzadas con azúcar que consume tu hijo

  • Dale muchas frutas y vegetales

  • Coman en familia lo más a menudo posible

  • Limita las salidas a comer, especialmente a restaurantes de comida rápida

  • Ajusta el tamaño de las porciones de acuerdo con la edad

  • Limita el tiempo frente al televisor y frente a otras pantallas

Asegúrate también de que tu hijo vaya al médico para realizarse los controles del niño sano al menos una vez al año. Durante esa consulta, el médico mide la estatura y el peso de tu hijo y calcula su IMC. Un aumento en el IMC o en el percentil de tu hijo en el transcurso de un año es un posible signo de que está en riesgo de tener sobrepeso.
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